La relación entre ECMAScript y JavaScript tiene su punto de curiosidad. ECMAScript se desarrolló como estándar gracias a JavasCript, aunque desde entonces JavaScript se basa en las especificaciones de ECMAScript.
JavaScript es un lenguaje de programación usado principalmente en el desarrollo de páginas web. Por su parte, ECMAScript es una especificación sobre las condiciones que deben cumplir ciertos lenguajes de programación de tipo script. Veamos la diferencia entre uno y otro.
Javascript vió la luz el 4 de diciembre de 1995, bajo el nombre de Mocha. Posteriormente se le cambió el nombre a LiveScript hasta que finalmente pasó a recibir su actual nombre: JavaScript. No fue hasta 1997 que fue propuesto a ECMA (European Computer Manufacturers 'Association) para su estandarización. De ahí nació ECMAScript, que define la especificación, y posteriormente llegó a ser un estándar de la ISO. Desde entonces, cada nueva versión de JavaScript se ajusta a las especificaciones de ECMAScript, pudiendo decirse que, si bien JavaScript depende de ECMAScript, este último nació como propuesta para estandarizar JavaScript. Una relación curiosa, que convierte al padre en hijo y viceversa.
JavaScript marcó un punto de inflexión en la web. Antes de su aparición, las webs se sustentaban casi exclusivamente en HTML. Es cierto que existía algo conocido como CGI, la Common Gateway Interface, que permitía una cierta interactividad entre el usuario y el servidor, echando mano de lenguajes de programación (mayormente Perl) que permitían arrojar resultados según algunos parámetros, como búsquedas, contadores y poca cosa más.
Pero fue JavaScript el lenguaje que permitió interactuar con la página en tiempo real, siendo el navegador el encargado de ejecutar parte de la programación que daba los resultados que ofrecía, casi siempre de carácter estético. JavaScript ofrecía movimiento, animaciones, cosas chulas, pero no mucho más.
En esos momentos existían soluciones que también permitían una mayor interactividad con el usuario, pero eran tecnologías propietarias, como Flash.
Durante una buena cantidad de años, Flash se mantuvo como una solución eficaz para dotar a las páginas de mayor interactividad. Pero requería la instalación de plugins externos, no integrados en el navegador.
El hecho de que JavaScript decidiera someterse a todas las condiciones para ser un estándar favoreció que los navegadores integrasen de forma nativa un motor para su interpretación.
Desde entonces, su evolución ha sido acelerada. Han aparecido una cantidad incontable de frameworks, desde los conocidísimos jQuery y Node, hasta los actuales Angular, React y Vue, entre muchos otros.
Pronto publicaré un artículo con más detalles técnicos en mi otro blog. En cuanto lo tenga, dejaré el enlace por aquí.
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