La inquietante cláusula 42.10, incluida en los términos de servicio de AWS, elimina ciertas restricciones en caso de que... cómo te lo digo... los zombies se carguen la civilización.
La pandemia mundial del COVID es una broma ante el escenario que el gigante comercial Amazon plantea en los términos de su servicio AWS.
AWS es un servicio de cloud computing utilizado por muchas empresas. A través del mismo, Amazon proporciona la infraestructura tecnológica necesaria para desarrollar múltiples herramientas. Hasta aquí, todo bien. Lo que no es tan normal son sus condiciones de uso.
En los Términos de servicio de Amazon AWS todo parece normal, hasta llegar a la cláusula 42.10 del contrato. En ella se imponen una serie de restricciones; se recuerda que uno de los servicios de AWS no debe ser empleado para los sistemas críticos para la vida o la seguridad. Ello, indica esta cláusula, incluye el funcionamiento de equipos médicos, sistemas de transporte automatizados, e incluso llega a explicitar que no debe usarse para el uso de aeronaves. Tras especificar estas restricciones, sin embargo, añade una excepción.
Estas restricciones quedarían sin aplicación (es decir, se podría usar el sistema para todo lo anteriormente prohibido) en caso de que, agárrate los bemoles, y cito textualmente:
"en caso de que ocurra (con certificación de los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos o el organismo que lo suceda) de una infección viral generalizada transmitida a través de picaduras o contacto con fluidos corporales que haga que los cadáveres humanos revivan y traten de consumir carne humana viva, sangre, cerebro o tejido nervioso y es probable que conlleve la caída de la civilización organizada".
¿WTF?
Tal cual. Amazon prevé un posible apocalipsis zombie y, sobre esta previsión, condiciona el uso de los servicios de Amazon Web Services.
A continuación te enlazo el texto original de las condiciones de uso de AWS de Amazon.
¿Qué sabe Amazon que tú y yo no sepamos?