El pangrama musical

Le pedía el editor / una obra singular.


Le pedía el editor
una obra singular.
"Tú, poeta", le espetó.
"Te propongo un nuevo reto:
Quiero que todas las letras
incluyas en este texto,
quiero rima consonante,
muy profundo y bien sincero".


Semejante disparate
requería del alcohol,
así que entró en la taberna
buscando la inspiración.

Ya por el tercer cubata
recordó sus tiempos mozos,
cuando el whisky por sus venas
le aturdía los enojos.

"Un pangrama, quiere el tío,
con rima ni más ni menos.
Habrá que esmerarse a fondo
y usando lo que tenemos".

Tras la quinta o sexta copa
las musas se presentaron
y le dieron el pangrama
que su jefe le pidió:

Whisky sabroso de antaño,
zumo frágil, jugo extraño.
Cada poco que te veo,
me haces daño.